Los niños con problemas de aprendizaje también pueden contestar "sí" a muchas de las siguientes preguntas:
- ¿Lo pasas mal en clase?
- ¿Crees que podrías rendir más en el colegio?
- ¿Te cuesta más leer de lo que te debería costar?
- ¿Piensa tu cabeza una cosa pero tu mano escribe algo diferente?
- ¿Tu escritura es lenta y costosa?
- ¿Haces muchas faltas de ortografía y cometes otros errores cuando escribes?
- ¿Estás teniendo problemas en matemáticas?
- ¿Te cuesta mantener tus apuntes, cuadernos y otros documentos organizados? ¿Tiendes a perder o a olvidar cosas?
Pero, aunque contestes "sí" a algunas de estas preguntas, no sabrás con seguridad si tienes un trastorno de aprendizaje hasta que te vea un psicólogo escolar o un especialista en el aprendizaje. Es posible que te hagan tomar algunas pruebas para detectar cualquier trastorno de aprendizaje que podrías tener. Ese profesional también podrá identificar cuáles son tus puntos fuertes, en otras palabras, ¡averiguará en qué eres bueno! Una vez que un psicólogo o un especialista en el aprendizaje averigüe cuál o cuáles son tus problemas de aprendizaje, ambos podrán empezar a trabajar en las soluciones.
Un niño puede trabajar con un tutor o especialista o incluso ir a una clase de educación especial. Pero la mayoría de los niños con trastornos de aprendizaje puede seguir asistiendo a clases ordinarias, sin que haya ningún motivo para que no puedan participar en las actividades académicas y deportivas habituales.
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